Hayque entender que los padres también se independizan cuando sus hijos se van de casa, que construyen una nueva vida y que, de pronto, ven cómo se invade nuevamente su espacio y su tiempo".
Cuandolos hijos se van. Nueve meses de espera, por fin llega el día soñado, tenemos entre los brazos un pedacito de cielo con el que Dios, en su infinita bondad nos premia, algo nuestro, alguien que su vida depende de los cuidados de los padres, pero la espera no termina allí. Esperamos con ansias sus primeras palabras,
La crisis clásica del “síndrome del nido vacío” se produce cuando los hijos se van de casa. Antes esta crisis se daba alrededor de los 50 años, pero ahora se ha retrasado a los 60
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